domingo, 8 de enero de 2012

Comento el libro "Entre tonos de gris" de Ruta Sepetys








Este es de esos libros que no buscas sino que te buscan ellos a tí.

Estaba en la librería ojeando. Pasé de largo por él. Y fue la dueña de la librería la que me lo puso en las manos y me lo recomendó.

Le hice caso y me lo traje a casa.

Es un libro fácil de leer y que te "atrapa".

Por lo menos a mí me ocurrió.

Su autora, Ruta Sepetys, parece muy bien documentada. Es su primera obra y ha puesto en ella mucho interés. Todos sus personajes son de ficción menos el médico que aparece al final. Y, aunque diga que son de ficción, con seguridad, y por desgracia, hubo muchos, muchísimos casos como estos que narra la novela y que sí fueron reales.

La protagonista principal, y que nos cuenta la historia, es Lina, una joven lituana de 15 años. Iba, probablemente, a ser una gran pintora. De hecho, había conseguido que la admitieran en una academia donde si no tenías muy buenas cualidades artísticas no te admitían. Me sorprende el hecho de que la autora ponga en este personaje tan joven una enorme admiración por Edvard Munch, el pintor noruego, cuyos temas más frecuentes eran los relacionados con los sentimientos y las tragedias humanas: la soledad, la angustia, la muerte...

En Junio de 1941 la vida de Lina se truncó. Fueron deportados por los soviéticos, ella, su hermano pequeño y su madre, junto a miles más de lituanos, estonios y letones a campos de trabajo en Siberia. Su padre también había sido deportado, pero separado de ellos.

Y Lina nos narra, con un lenguaje claro y natural, todos los horrores que padecieron y que vieron padecer en este terrible viaje a Siberia.

Me asombra mucho de qué manera se "adaptan" y son capaces de soportar las humillaciones, el hambre, las incomodidades, el frío... a que son sometidos. Y como, a pesar de lo que se les ha venido encima, tienen fortaleza y bondad para ayudarse, para no olvidar su identidad, en fin, para sobrevivir en unas condiciones totalmente inhumanas. Por supuesto, muchos, incalculables, van dejando su vida por el camino. Unos porque no resisten físicamente y mueren. Otros, porque no resisten mentalmente y al "no servir", los matan.

Reconozco que me ha impactado el libro porque así como del holocausto judío se ha escrito, se han hecho películas, debates..., de este otro holocausto yo casi no tenía noticias.

Y cuando leo, veo, oigo estas cosas, no solamente me estremezco, sino que me hago dos preguntas que para mí no tienen respuesta:

- ¿Cómo el ser humano puede llegar a ese grado de maldad contra otro humano como él? Porque estoy segura de que antes de que ocurrieran estos hechos, esa persona, que ahora tiene ese comportamiento inhumano, era familiar, amiga de sus amigos, buen hijo, buen padre...

- ¿Qué hacía el resto de países "civilizados"? ¿Por qué miraban para otro lado? ¿Cómo lo permitieron? ¿Y la Iglesia?

Todo esto ocurrió y se puede pensar que ya no volverá a ocurrir pero ¿y Sarajevo? ¿y Ruanda? ¿Hacia dónde miraban los dirigentes de los otros países? ¿Por qué no actuaron rápidamente?

Seguramente hay muchas respuestas a estas preguntas pero, sospecho, que ninguna satisfactoria. Por lo menos para mí.

Como ya sabrán, mi blog se titula "Hoy es un día cualquiera voy a ver si lo mejoro" Sin embargo hoy no ha sido posible. Espero mejorarlo mañana.

P.D. Bueno, puede que arregle el día un poquito. Sus Majestades los Reyes Magos tuvieron a bién traerme unas fundas para los edredones, y mi alegría fue grande cuando vi que estaban hechas en ¡LETONIA!










No hay comentarios:

Publicar un comentario